¡¡¡Mañana nos vamos de Ruta Turística!!! o de cómo Vivir Experiencias Turísticas

Ya empieza a revolotear en nuestras cabezas la idea e ilusión del descanso, de organizar pequeñas escapadas a destinos atractivos o de ensueño que nos muestren alegorías de la historia, disfrute de la gastronomía o simplemente descansar la vista en paisajes maravillosos de mar o montaña o disfrutar de las “vistas”… así que no somos menos y nos pusimos manos a la obra.

¡¡¡Mañana nos vamos de Ruta Turística!!!

Por la cercanía decidimos hacer una escapada de un día por los alrededores de la zona. Pero ¿cómo organizar la excursión? Empezamos buscando en Internet rutas atractivas por aquí. Elegimos la Ruta del Vino. Queríamos documentarnos y saber comentarios que de ella hacían, asociaciones, empresas, el mismo destino y los visitantes.

Ruta del Sol y del VIno de la Axarquía, Málaga.

¡Oh, sólo una opinión! Y de una Asociación Turística que aseguraba en una Feria de Turismo que miles de personas estaban interesados en esa ruta. Ah, pues si es así, será muy interesante. Este comentario nos dio confianza

Preparamos todo los elementos para la escapada. ¡Y empezamos! El sol nos acompañó durante todo el trayecto regalándonos imágenes espectaculares jugando con las sombras de las sierras, los reflejos de los ríos y el blanco de los pueblos. Cada vez crecía la ilusión por llegar y pisar el primer pueblo de la ruta para vivir y sentir experiencias únicas.

Empezamos la Ruta del Vino.

Lo primero que nos encontramos es con una rica vega de cultivo de hortalizas y frutos subtropicales. Pero no vino, ni viñas. Sin embargo disfrutamos de los pueblos, de sus trazados morisco y cristiano, de sus calles laberínticas, angostas y empinadas, que dificultan el paso al visitante y cierta destreza en la conducción. Así que el coche y el carrito del bebe, mejor aparcados en el parking. Los pavimentos de piedra lisa y las numerosas escaleras, hacen las delicias de las suelas de goma del calzado. No hay más remedio que descansar agarrados a la verja de alguna ventana que te encuentras en el trayecto. La luz, intensa y calurosa se refleja en las paredes blanquísimas de sus edificios salpicados de plantas que hacen de residencia de insectos que dan la bienvenida al turista. Un paisaje fascinante, con experiencias únicas, que invita a tu imaginación a vivir la historia con sus personajes. Pero no encontramos ni historias, ni proceso, ni bodegas donde adquirir información sobre la Ruta del Vino y sus vinos. No encontramos un punto de información que compartir. Y no pudimos intercambiar opiniones con otros visitantes. En su lugar, la hospitalidad de los lugareños de los pueblos mereció este recorrido. Después de la preparación de la Ruta el resumen es que nos dejó indiferente y un poco decepcionados.

Esta Ruta del Vino, es real. Su difusión poco coincide con la realidad: se invita a hacerla, pero ahí se queda, no se toma en cuenta al visitante, con poca información y sin acción colaborativa entre las partes del destino. Sin embargo volveremos para encontrar esa Ruta.