Ventajas de los Espacios Sociales de Innovación para las pequeñas empresas locales
El pasado viernes estuve visitando a mis amigos de Abla (Almería). Hacía tiempo que no les veía, a pesar de que, desde Málaga, son tan solo dos horas en coche. El pueblo sigue siendo tan acogedor, tranquilo, y con una vista inmejorable de la Sierra.
Estuvimos en el café de la esquina poniendonos al día, mientras nos tomábamos un café yo y Maite un refresco.
Más tarde, continuamos charlando en el patio de la casa -Maite, Paco, Antonio y yo -al olor del azahar hasta que el fresco de la tarde nos obligó a entrar. Dentro, seguimos hablando de espacios sociales de innovación y living labs, y de como Abla está en el candelero de la innovación centrada en el usuario.
Nota.- Los Espacios Sociales de Innovación y los Living Labs son una estructura social de colaboración en la que participan usuarios, empresas, organismos públicos y académicos, para el desarrollo económico y social, cuyo origen de la innovación está en las necesidades y oportunidades reales, y que pueden estar más o menos instrumentados -organizativa y tecnológicamente.
Abla ha sido y es el ejemplo por antonomasia de lo que significa un Espacio Social de Innovación; un verdadero espacio en el que los “usuarios” se comprometen con el desarrollo y participan en los proyectos, no sólo para “testar” productos, sino para proponer iniciativas y colaborar en el diseño de los productos y servicios con las empresas.
Cuando llegó la hora de cenar nos acercamos al Pub La Cueva. Allí, entre tapas, comentamos la necesidad de hacer sostenibles los Espacios Sociales de Innovación, profesionalizar su gestión. Al fin y al cabo, participar en el codiseño, en las pruebas de servicio, o la participación en eventos, tiene un coste en tiempo, dinero y recursos que hay que mantener. Surgió entonces la pregunta de si no se tomarían las empresas más en serio la necesidad de implicar al usuario, si estuviese profesionalizado. Incluso, podría tener su impacto positivo en el empleo.
Sobre el caso concreto de zonas rurales, discutimos de como los espacios sociales de innovación pueden ayudar al desarrollo a la vez que su gestión se hace sostenible. Repasamos distintas “mejores prácticas” y modelos de negocio alrededor de los Living Labs, y de como otras empresas se organizan para ser competitivas.
El resultado fue el siguiente:
Lo que viene a decir que una entidad gestora del Espacio Social de Innovación (ESdI), capaz de generar confianza tanto en el usuario como en la empresa -como lo es un propio ESdI por definición -sería capaz de aprovechar economías de escala desde el punto de vista de canal, comunicación y marca, capaz de proporcionar información sobre el usuario (porque pertenece al ESdI), de tal forma que se pueden crear importantes oportunidades, con las herramientas de diseño de servicios y negocios adecuadas, para el desarrollo de la zona, incluso para atraer el interés de los proyectos de “Smart Regions” o “regiones inteligentes” -que son la respuesta regional a las “Smart Cities” o “Ciudades Inteligentes”-, el interés turístico y comercial, y crear oportunidades hacia el exterior de la comarca.
La pregunta sobre su viabilidad, sin embargo, no fue económica, fue “si las empresas serían capaces de sentarse a trabajar juntas”.
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